Se acerca ya el fin de semana de Halloween, que no es una fiesta que me apasione especialmente pero para mis niños, que esto de los disfraces les vuelve locos, es lo más. Desde hace ya por lo menos tres o cuatro años solemos hacer las tipicas calabazas que consisten básicamente en abrirlas, vaciarlas y cortarles los ojos y la boca para poner una velita.
Este año no ha sido una excepción pero hemos innovado y como se divirtieron mucho haciéndolas, incluso Daniela con sus 3 años pudo hacerlo (por lo menos una parte importante), os lo cuento por si acaso os sirve para hacerlo con los vuestros.
Materiales que necesitamos, que quitando la calabaza se puede encontrar en cualquier papelería:
- Calabaza (a ser posible pequeñita que es más manejable)
- Pintura negra tipo témpera
- Foam negro tamaño A4/Folio
- Cartulina blanca
- Pegamento de barra o cola blanca
- Pincel
- Tijeras- Grapadora
- Plástico o periódicos para cubrir la mesa de trabajo
Mi mesa empezó más o menos así
Lo que vamos ha hacer es pintar toda la calabaza de color negro, depende de lo perfeccionista que se sea se puede dar una o varias capas, las mías sólo llevan una porque querían terminarlas esa misma tarde. Según mi experiencia lo mejor es pintar primero la mitad superior y una vez seca voltearla y pintar la parte inferior. Hay que cubrir bien toda la superficie de la calabaza para que no se vea nada de color naraja pero hay que intentar que quede bien extendida, sin zonas con mucha pintura porque sino tarda mucho tiempo en secarse.
Mientras se termina de secar la pintura dibujaremos la forma elegida de los ojos en la cartulina blanca y los recortamos para pegarlos con el pegamento a la calabaza. El último paso es dibujar en el foam negro la forma de un ala de murciélago, al recortarla nos servirá de plantilla para hacer la otra que necesitamos igual. Irán colocadas en el lateral de la calabaza, os recomiendo que las grapéis porque la cola no de adhiere bien y al final las grapas no se distinguen.
Así les quedaron las calabazas a mis niños:
El pasado domingo estuvimos dando un paseo por el parque del Capricho del que ya os he hablado alguna vez y que está al ladito de casa. También ahí han llegardo el otoño y las calabazas.
Espero que os haya gustado la idea de las calabazas-muerciélago, contarme si hacéis alguna.