sábado, 3 de marzo de 2012

Ahora Que Empieza el Frío

El fin de semana pasado tuve que ir a Tres Cantos. Que conste que no era por obligación sino por devoción porque había quedado para cenar con unas amigas. El lugar elegido para ello está en el pequeño centro comercial de la localidad y allí abrieron hace relativamente poco tiempo una tienda de lanas, de la que no doy el nombre básicamente porque no lo sé. El caso es que antes de llegar al restaurante hice la parada de rigor en la tienda y me compré, tengo más vicio....., un par de ovillos de una lana de Gedifra muy gordita que me encantó y también las agujas para tejerla porque del 12 no tenía en casa.


 

 
La verdad es que compré los ovillos sin saber exactamente qué iba ha hacer con ellos y al día siguiente en casa estuve pensando un ratito, sin estresarse demasiado que no está la neurona para hacer esfuerzos. Mi idea inicial era hacer una bufanda pero me parecía muy gorda la lana para ello por lo que decidí hacer una especie de cuello. Así que no muy convencida del resultado final de mi experimento, me pude a ello y ésto es lo que me salió:
 

  


He usado para hacerlo solamente uno de los dos ovillos que compré, creo que con el otro voy ha hacerles uno a las niñas, modelo pequeño para su cuello que así me llega la lana de sobra y salen los dos que necesito.

 
Se hace en un santiamén, aunque esperé unos días para terminarla porque quería ponerle unos botones grandotes para darle un poco de alegría al tema. Los compré cuando fui el jueves a mi clase en el Club de Labores, unos grandes de nacar muy elegantes que por fin esta mañana he cosido.





Una vez puesto queda lo bastante alto como para que se puedan tapar las orejas en el caso de ser necesario, porque claro ahora que va a empezar la primavera se me ocurre a mi hacer una bufanda... El resultado ha salido calentito y suave y además al ser de creación propia estoy orgullosa de mi. Por cierto, si a alguna le gusta que me lo diga y le cuento cómo lo he hecho.